Un museo «verde» en la milla de oro del arte

La milla de oro del arte se enriquecerá con un nuevo museo «verde» dedicado a la arquitectura, el urbanismo y el diseño. Lo proyectará y financiará Emilio Ambasz, referente mundial de la edificación ecológica y uno de los grandes arquitectos contemporáneos. Con un osado diseño de fachadas vegetales, se alzará en el emplazamiento de un edificio municipal en desuso que cede el consistorio madrileño. Si sitúa frente al museo del Prado, muy cerca del Thyssen y el Reina Sofía, y pegado al Caixa Forum de Herzog y de Meuron. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, firmó ayer el convenio con la Fundación Emilio Ambasz para crear esta nueva infraestructura cultural que exigirá un inversión de en 10 millones y que se quiere concluir en dos años.

Con una superficie próxima a los 4.000 metros cuadrados en cinco plantas, el futuro Maadu (Museo de Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo) se ha concebido como una dotación vanguardia en una privilegiada zona para el arte, en el corazón del eje Prado-Recoletos. El consistorio madrileño cede durante un periodo de 75 años para uso cultural un vetusto edificio sin función administrativa situado en el número 30 del Paseo del Prado, frente del Jardín Botánico, que se derribará para alzar en su solar el nuevo museo.

Albergará una colección permanente de arte, arquitectura y urbanismo «revolucionario y sostenible» según sus promotores. Tendrá biblioteca virtual, salas de exposiciones temporales, espacios para conferencias y simposios y un restaurante en el nivel más alto. Lo más característico estará en sus fachadas vegetales, «que no jardines verticales» según su diseñador. Dos «alfombras verdes» de plantas renovables que contribuirán a climatizar del complejo.

Pondrá el acento en muestras dedicadas «a los artistas más conmovedores del mundo y a los que creen en la fusión entre arquitectura y naturaleza», de la que Emilio Ambasz, nacido en Argentina en 1941y con ciudadanía española, es pionero y embajador universal.

La fundación Ambasz dedicará la mitad de lo presupuestado a la construcción del edificio y la otra mitad a dotarlo de contenido y financiar su actividad. Lo concibe como un centro que irradie cultura y un referente mundial en diseño y nuevas tecnologías, «para celebrar las obras de arquitectura y diseño que son arte, y honrar las obras y objetos que mueven el corazón, no las que son sólo sostenibles y prácticas», según matizó Ambasz.

Mantendrá acuerdos de colaboración con los mejores museos del mundo, como el neoyorquino MOMA, del que Ambasz fue comisario de arquitectura. Con un programa de becas de excelencia, colaborará con la universidad de Princetonm donde Ambasz se formó. Los programas darán prioridad «a arquitectos y diseñadores que trasciendan los límites de las artes y la concepción tradicional de la arquitectura y el diseño, para llegar al corazón de los visitantes», según explicó el arquitecto, que eligio Madrid para su ambicioso e innovador proyecto.

«Gracias por elegir Madrid como sede de tu proyecto más personal», le dijo Ana Botella al firmar el convenio de colaboración con prestigioso mecenas y pionero de la arquitectura verde. Ambasz aseguró cumplir «un deseo profesional y personal», al optar por Madrid tras barajar ciudades como Nueva York, Buenos Aires o Bolonia.

La alcaldesa aseguró que el Maadu será una realidad en dos años gracias a la colaboración del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid «y la generosidad de Emilio Ambasz». La Fundación Ambasz se hará cargo «íntegramente» del diseño, construcción y funcionamiento durante el tiempo de la concesión, mientas que el Ayuntamiento se limita a ceder el edificio.

«La idea de crear un museo aquí viene de mis lazos con este país» precisó Ambasz. El diseño estará en línea con obras suyas como la Casa de Retiro Espiritual en El Ronquillo (Sevilla), el Hospital de Mestre y el Banco de los Ojos del Veneto en Venecia, el Ayuntamiento de Fukuoka, su premiado Invernadero del Jardín Botánico de San Antonio (Texas), el Museo de Arte Folclórico Americano Nueva York, o el de Arte en Grand Rapids, en el estado de Míchigan.