La contratación de una hipoteca: ¿Es Internet una fuente fiable de información?
Hace unos años contestar afirmativamente a este pregunta hubiese atraído un alud de criticas sobre el optimista comentario. Hoy creo que responder un “si, pero” es una contestación mesurada y ajustada a la realidad.
Al ser un servidor el responsable de contenidos de Bankimia, un comparador on-line de productos bancarios, se podría pensar que voy a hacer un alegato sobre las bondades de la Red de Redes en la búsqueda de una hipoteca. Espero argumentar el tema lo suficiente para que la idea que cale en la mente de todos sea un “si, pero”.
Internet es una magnífica herramienta para comparar diferentes condiciones de los préstamos hipotecarios en base a la información que las entidades suministran; primer “pero” que vale la pena comentar. Lo que una entidad dice que ofrece a sus clientes en materia hipotecaria no tiene el porqué ajustarse a la realidad de todos los perfiles de clientes. De hecho, muchas veces ofertan la mejor hipoteca que podrían ofrecer al mejor cliente. Después el cliente va una sucursal de esa entidad y empiezan los cambios. Que si su contrato indefinido no tiene suficiente antigüedad, que si para darle estas condiciones debe contratar unos seguros con nombres y coberturas rimbombantes, que si necesita el aval de toda la familia y algún que otro amigo, etc, etc.
Por tanto, la primera limitación que se encuentra un internauta al buscar en la red es que las ofertas que le ofrecen los comparadores on-line y resto de webs especializadas pueden no ser las que el director de sucursal le conceda. Lo mismo puede ocurrir si se trata de tramitar una hipoteca comercializada on-line por un banco y no se cumplen los requisitos de concesión.
Un segundo “pero” se refiere al portal de consulta de información de hipotecas en si mismo. A su independencia, confiabilidad y profesionalidad por una parte y a las herramientas financieras que nos ofrecen por otra. Elegir una buena hipoteca es, para la mayoría de gente, la decisión financiera más importante de toda la vida. Por tanto, debe buscar información en Internet de fuentes conocidas y con reputación. Y con un equipo de profesionales detrás, no lo olvidemos. A mi en particular me gusta conocer el nombre y apellidos de quién escribe en la red. El anonimato no me genera confianza, ni tampoco la vinculación del portal con determinadas entidades financieras.
Y las herramientas que se ponen a disposición del usuario también son de mucha utilidad; desde la facilidad de comprobar diariamente como evoluciona el euribor para predecir si nuestra cuota subirá en la próxima revisión, pasando por artículos de análisis en profundidad del mercado hipotecario o comparadores de hipotecas cada vez con más profundidad de productos y de resultados. Sin olvidar la información que los propios usuarios se dan entre ellos gracias a las redes sociales y demás.
Se podría argumentar que no hay nada como ir a ver a nuestro director de toda la vida, pero los profesionales bancarios en oficina cada vez tienen menos tiempo para asesorar y se les presiona para que dediquen sus esfuerzos a vender. No hay nada malo en que la banca busque convertir sus oficinas en puntos de venta de productos financieros. Lo malo es que hay mucha gente que aún piensa que lo que le ofrece su oficina es el producto que más le conviene. No es así, le ofrecen el producto de su catálogo de hipotecas que su entidad le exige vender.
El asesoramiento debe buscarse; pagarse si es con profesionales independientes en sus despachos o de forma gratuita en la red.
Si, internet es un canal muy rico de información hipotecaria, siempre que sepa que vetas de la red son abundantes y cristalinas fuentes de saber hipotecario.
Vía: euribor.com