El trueque fue la primera forma de intercambio comercial entre humanos antes de que apareciera la moneda. Aunque este modo de intercambio parezca algo anticuado, en los últimos tiempos se ha puesto de moda en el sector inmobiliario. Y es que la crisis de las hipotecas ha hecho emerger el trueque de viviendas en varias ciudades europeas como alternativa a la tradicional compra venta.
Sin ser aún un método de adquisición de vivienda generalizado, comienzan a darse un gran número de casos de trueque de viviendas. La mayoría de trueques se realizan mediante portales en Internet que ofrecen apartado en los que los propietarios de viviendas proponen el intercambio de sus casas por otras viviendas. De esta manera ya son muchas las familias que permutan sus viviendas por otras más baratas, en la mayoría de los casos, por no poder hacer frente a los pagos de las hipotecas.
Hay que tener claro que el trueque no es vender o comprar una casa, sino “cambiar” una por otra en condiciones similares. En realidad, se trata de dos compraventas, con la única diferencia que el medio de pago empleado, en lugar de dinero, es un bien distinto.
Los interesados en usar este método para conseguir un inmueble deben seguir unos pasos que corresponden a las transacciones conocidas como permuta o compraventa. Son contratos de cambio que se caracterizan por la inexistencia de precio en dinero (lo que no quiere decir que parte del precio pueda completarse con dinero). Ya que es una compraventa doble, los trámites que se deben seguir son iguales a los de una compraventa normal: otorgamiento de escritura pública, liquidación de impuestos (Transmisiones Patrimoniales Onerosas), inscripción en el Registro de la Propiedad, etc.
El hecho más notable es que en un mismo acto se producen dos compraventas, por lo que los gastos e impuestos se duplican. Así pues, hay que pagar dos plusvalías municipales, dos facturas notariales y dos facturas del Registro de la Propiedad correspondiente, además de liquidar el impuesto por cada una de las transmisiones patrimoniales. Es habitual que en las permutas no coincidan los precios de los inmuebles, así que lo más lógico es que cada una de las partes asuma sus impuestos.
En este espacio podréis saber cómo funciona esta forma de intercambio y, además, poneros en contacto con otros usuarios de vuestra comunidad interesados en cambiar su vivienda.