Los techos altos y antiguos, soportados por sólidas vigas de madera de roble, son tan bonitos como duraderos. También resultan muy atractivos los techos cruzados por vigas de hierro tipo industrial, característicos de esos espacios que tan de moda se han puesto en los últimos años y que conocemos con el nombre de lofts. Pero por mucho que nos gusten este tipo de espacios, es complicado encontrarlos en las casas y pisos actuales… Lo que no quiere decir que tengamos que renunciar a disfrutar de ellos. Porque en bricolaje hay soluciones para todo; y si queremos un techo con vigas, podemos conseguirlo con una facilidad sorprendente, y a bajo precio.
La solución pasa por las falsas vigas de poliuretano. Son piezas grandes, realizadas con este material y que están huecas por dentro. Para colocarlas, basta con aplicar un adhesivo siliconado en su parte posterior, pegarlas al techo y sujetarlas con anclajes de metal de aspecto rústico, que además de contribuir a su sujeción aportarán una estética muy acorde con el resultado que queremos conseguir. Además de vigas de techo, también se pueden colocar pilares en la pared e incluso cornisas de remate, como podéis ver en las fotografías.