Una oficina prefabricada como ésta, del fabricante alemán Hummel, se ve ideal para poner en el jardín y trabajar sin ser molestado. Al tener dos fachadas tratadas de distinta manera a las otras dos, es una estructura perfecta para orientar adecuadamente en el sitio, siguiendo los principios de la arquitectura bioclimática. Además, los muros cuentan con ‘Thermowand’, que aporta un aislamiento de alta calidad al recinto, teniendo también en cuenta que sus ventanas son todas de doble acristalamiento.
Luz natural y espacios ventilados ayudan a evitar el Síndrome. Imagen de Miserma.
Aunque cueste creerlo, un edificio u oficina pueden producir dolores de cabeza, náuseas, vómitos, resfriados continuos, insomnio, fatigas y hasta alergias. Se trata una categoría catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Síndrome del Edificio Enfermo. Veamos de qué se trata:
El Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) implica una serie de enfermedades que se originan por la contaminación del aire en espacios cerrados como edificios u oficinas.
Las molestias que produce este síndrome (conjunto de síntomas) se relacionan directamente con la mala ventilación del espacio, la descompensación de temperaturas, los gases y vapores de origen químicos, partículas de suspensión, etc.