Arquitectura en (tiempos de) Crisis

Hace un par de meses, cuando hablábamos del nuevo escenario que se nos plantea a los Arquitectos en tiempos de crisis, planteaba 3 puntos principales a revisar: 1. La calidad de la enseñanza de Arquitectura, 2. El perfil de los arquitectos que se está formando, y 3. El campo laboral de nuestra profesión. Ahora que la crisis ya no es pura ficción y hemos visto como varias oficinas de Arquitectura en Chile han comenzado a reducir su tamaño, me parece que es un buen momento para profundizar en el tercer punto y evaluar las inmensas posibilidades que tenemos los arquitectos de ampliar nuestro campo laboral mediante innovación, ingenio, emprendimiento y creatividad, pero sobretodo rompiendo los paradigmas de lo que debiera, o no, hacer un Arquitecto.

En el Post sobre Arquitectura en tiempos de Crisis, yo planteaba que la ciudad tiene muchísimas más necesidades que simplemente casas y edificios (que es lo que aprenden la inmensa mayoría de los arquitectos en Chile), además es necesario diseñar los espacios públicos, las calles, las veredas, las plazas, los parques. La ciudad hay que planificarla, regularla, discutirla, normarla etc. Pero en casi ninguna escuela se enseña a eso… Lo lógico sería que se formaran Arquitectos-Paisajistas, Arquitectos-Diseñadores Urbanos, Arquitectos-Planificadores, Arquitectos-Reguladores, Arquitectos-Especialistas….

Este último tiempo he seguido dándole vueltas al tema, y creo que la “Industria” de la Arquitectura es muchísimo más amplia e interesante de lo que nos imaginamos, y claramente debería de ser mucho más diversa y robusta de lo que actualmente es. Pero creo que el problema para que esto ocurra es que hay una gran cantidad de prejuicios y paradigmas que aprendemos (sobre todo en nuestros tiempos universitarios) sobre lo que un Arquitecto-debiera-de-ser que impiden que muchos Arquitectos exploren distintas áreas laborales sin sentir que se están saliendo de lo que se espera que hagan.

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ESPAÑISTAN, burbuja inmobiliaria y crisis española

ESPAÑISTAN, La burbuja inmobiliaria y la crisis española en versión cómic, por Aleix Saló Aleix Saló prepara la salida de una tira de cómics ambientada en la burbuja inmobiliaria española y la posterior crisis que España sufre desde 2008. Para su lanzamiento ha creado un vídeo muy interesante que nos ilustra en el proceso vivido en España, y que en 2011 aún es sufrido. Disfrutad del vídeo:

La guerra entre las inmobiliarias y los bancos

Hace unos días leí en un periódico que las inmobiliarias acusan a la banca de “boicotear” sus ventas. Creo que resume perfectamente lo que esta pasando en el sector. La gran mayoría de las inmobiliarias se quejan de que no venden porque los compradores no consiguen obtener la financiación para la compra de una casa.

Por un lado las inmobiliarias y promotoras culpan al los bancos de no ofrecer financiación y parar las ventas.

Por otro lado los bancos se hacen un poco los locos y dicen que no es culpa de ellos.

Análisis de la situación:

Pienso que ahora mismo los bancos están sufriendo los efectos de la crisis financiera mundial. Esto les obliga a apretarse el cinturón y endurecer las condiciones de la concesión de préstamos.

Además, los bancos están muy pero que muy nerviosos de que se dispare el índice de morosidad y que el precio de la vivienda siga bajando. Hasta que estos dos factores no se aclaren un poco, el banco tiene miedo de que la gente deje de pagar su hipoteca y luego se queden con una vivienda que vale menos que lo que tienen hipotecado. Sería la ruina para los bancos.

Esto afecta a las inmobiliarias y promotoras que ven que clientes que podían comprar hace un año ahora mismo se les deniega la hipoteca. Evidentemente, esto no es culpa de ellos y poco pueden hacer al respecto salvo quejarse y patalear.

Sin embargo pienso que tras este hecho se esconden muchos más errores que han cometido las inmobiliarias y los promotores:

  1. Centrarse en despachar a los clientes en vez de atenderlos bien y tratar de fidelizarlos.
  2. Pensar que la época dorada iba a durar para siempre y no ser previsibles.
  3. No implantar estrategias de marketing.

Con respecto a esto, creo que las únicas empresas que sobrevivirán a partir de ahora son las empresas que han hecho bien los deberes y han sabido adaptarse a la nueva situación.