«La solución para los arquitectos es la rehabilitación». Es la sugerencia del decano del Colegio de Arquitectos de Asturias, Alfonso Toribio, para «tener trabajo» en tiempos de crisis en un país en el que el 20% de las intervenciones arquitectónicas son rehabilitaciones frente al 60% de media en Europa. Los datos los ofreció Toribio en la mesa redonda organizada en el marco de AlNorte en la Escuela de Arte de Oviedo bajo el nombre ‘El arte de habitar. Nuevos retos ante la crisis’.
Shigeru Ban ya dejó claro que con tubos de cartón y cajas de fruta se podía levantar una arquitectura de emergencia. En la reciente edición de Arco, Cristina Parreño y sus alumnos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han demostrado de nuevo que, incluso con los medios más simples, la planificación es tan importante como la ejecución. Las herramientas de esa planificación son, en realidad, las de la realización. Eso es lo que Parreño enseña en el MIT.
La obra, una sensual y excesiva cubierta que marcaba con una topografía aérea el acceso a la Fundación Arco en la última edición de la feria madrileña, consiguió a partir de lo más sencillo (tubos blancos de cartón) lo más complejo: una cubierta fragmentada, ondulante y sinuosa.
Impresionante reforma de una vivienda unifamiliar en la India:
Hace unos días, el prestigioso arquitecto Norman Foster visitaba Madrid. Durante su estancia recordó la dúplice realidad del negocio de la arquitectura: «La construcción es una industria creciente. Se espera que crezca un 65 por ciento para 2020. Ahora genera 125.000 millones de dólares de ingresos y cuenta con más de un millón de trabajadores, de ellos 400.000 arquitectos, la mayor parte europeos. Sin embargo, en Europa la actividad sólo representa un dos por ciento de estos ingresos». Mientras no cambien las cosas por esta latitud, hay que «ir donde está la acción», dijo Foster.
En la arquitectura orgánica se buscan las formas inspiradas en la naturaleza y se huye de la rigidez de las lineas rectas. La casa Nautilus es un ejemplo perfecto de esta disciplina.
Esta increíble vivienda unifamiliar fue construida en 2006 por la empresa Arquitectura Orgánica. Una joven pareja de México DF con dos niños decidió cambiar su casa convencional por otra que estuviera integrada en la naturaleza. El objetivo de este proyecto era hacer sentir a esta familia como habitantes del interior de un caracol, igual que los cangrejos ermitaños cuando ocupan las conchas vacías. Objetivo cumplido.
El dormitorio y el baño:
La cristalera desde el interior y el exterior:
Algunos bocetos preliminares: