Uno de cada tres demandantes de vivienda ya se decanta por el alquiler.

El 33,7% de las personas que demandaron una vivienda en marzo de este año estaba interesada en alquilar, mientras que este porcentaje rozaba el 20% hace exactamente año, según datos de Facilisimo.com. Según la web inmobiliaria, «la actual situación del mercado inmobiliario, unida a las ayudas gubernamentales al alquiler de los jóvenes, ha propiciado que se incremente el porcentaje de personas que demandan una vivienda en alquiler frente a los que buscan comprar casa».

La oferta de alquiler media en España se establece en 840 euros mensuales, ligeramente inferior a la de hace un año (874 euros). Según apuntan desde Facilisimo.com, si se invirtiera dicha cuota mensual en una hipoteca a 30 años sólo podría adquirirse una vivienda de hasta 162.905 euros.

Por comunidades, el precio medio de los alquileres experimentó un descenso del 14,6% en Cataluña durante el último año. Siguieron a esta caída, Cantabria, con un descenso del 10,4% e Islas Canarias, con un 9,3%. En el capítulo de ascensos, destacaron Asturias (+15,9%), Extremadura (+10,4%) y Baleares (+7,4%).

Por otro lado, el alquiler más caro se oferta en la Comunidad de Madrid (1.425 euros al mes), seguido de Navarra (1.288 euros) y País Vasco (1.149 euros), mientras que los más asequibles se encuentran en Ceuta y Melilla (627 euros), Extremadura (633 euros) y Galicia (711 euros).

Plazas de garaje: un negocio seguro

El mercado inmobiliario de las provincias que rodean la capital comenzó a beneficiarse hace algunos años del efecto ‘periferia madrileña’, sirviendo de alternativa a las personas que, aún teniendo su puesto de trabajo en Madrid, no podían ser propietarias de una casa en la misma ciudad. Seguramente, esto explica porque el alquiler de una plaza de garaje en cualquiera de estas localizaciones no dista mucho de los precios que se manejan en Madrid. Por poner un par de ejemplos, en Toledo, una plaza en el barrio de Buenavista, cuesta 60 euros al mes, mientras que en el centro de Guadalajara, nuestro coche estará seguro por el módico precio de 80 euros al mes.

En otras comunidades autónomas, la cosa pinta por el estilo. Si vives en Asturias, siempre será más barato alquilar un lugar donde mantener alejado tu coche de los cacos en Avilés, donde una plaza en el centro de la ciudad cuesta 45 euros al mes, que en Gijón, donde el aparcamiento más económico tiene un precio de 60 euros al mes.

Del norte damos un salto triple mortal y nos plantamos en sur el, concretamente en Jaén, donde en un pueblo con el seductor nombre de Alcantarilla, hallamos un rincón para aparcar el coche por apenas 35 euros al mes.

Una inversión a medio largo plazo

El negocio de las plazas de aparcamiento constituye una inversión-refugio para las empresas inmobiliarias ahora que estamos en tiempos de crisis. Así, la diversificación de producto forzosa a la que se ven obligadas muchas compañías del sector inmobiliario, no sólo podría centrarse en oficinas, hoteles y naves logísticas, sino que también podría apuntar a pequeños salvavidas económicos como las plazas de garaje, hasta ahora patito feo del sector.

La patronal Asesga, ha publicado hace poco el ‘Libro Blanco del Sector del Aparcamiento y Garaje’ en España. Entre otros datos, el estudio indica que a día de hoy existen 1,2 millones de plazas de aparcamiento en todo el territorio nacional que generan un volumen de negocio cifrado en 1.200 millones de euros. Además, las plazas de aparcamiento son las responsables de 12.000 empleos

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El Mercado empuja a Alquilar

El alquiler resucita. La demanda se ha disparado, los precios han ido a rebufo y comienza a despegar la oferta, hoy insuficiente. Pero no es que los españoles se hayan vuelto europeos de golpe y les dé lo mismo alquilar ladrillos que tenerlos en propiedad.

«El alquiler regresa por desesperación», para resolver el alojamiento de los expulsados del mercado de compraventa por la combinación de dos factores: los precios desbocados y la restricción del crédito.

El proceso es visible donde más aprieta el mercado. En Barcelona, los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) asisten a un fenómeno que les desconcierta.

«El mercado se ha dividido en dos franjas y no se vende nada por debajo de los 350.000 euros».

Son palabras textuales del presidente de los API catalanes, Joan Ollé. Quien no llega a comprar un piso más caro, o se queda donde está o se ve empujado a alquilar.

La demanda de arrendamientos en la capital catalana ha saltado el 60% en lo que va de año. En Madrid, tres cuartos de lo mismo. «Nos estamos quedando sin oferta».