Tres años. Este es el tiempo que tardará todavía el mercado de la vivienda en absorber el millón largo de pisos construidos en los últimos años que están sin vender. Lo dice un reciente estudio publicado en Información Comercial Española (ICE), revista editada por el Ministerio de Industria.
El estudio concluye que «en el peor de los escenarios considerados, el ajuste del sector no sería posible hasta el segundo trimestre de 2012». Para llegar a esta conclusión, el profesor Daniel Fuertes -autor del estudio- parte de una premisa: el exceso de oferta respecto de la demanda real se sitúa, según las fuentes estadísticas utilizadas, entre un mínimo de 896.000 viviendas (Colegio de Registradores) y un máximo de 1,30 millones (datos de la Encuesta de Condiciones de Vida).
Como se observa, un número importante de viviendas que difícilmente puede absorber un mercado a la baja que entre 2004 y 2007 -los años del boom- nunca fue capaz de superar los 400.000 pisos vendidos. En concreto, el promedio anual de compraventas osciló entre 390.000, según el Colegio de Registradores, y 360.000, según las estimaciones del Ministerio de la Vivienda. Eso quiere decir que en algunos años del boom apenas se vendió la mitad de los pisos construidos, lo que ha alimentado la formación de una burbuja no sólo de precios, sino también de oferta.