Hace unos días, el prestigioso arquitecto Norman Foster visitaba Madrid. Durante su estancia recordó la dúplice realidad del negocio de la arquitectura: «La construcción es una industria creciente. Se espera que crezca un 65 por ciento para 2020. Ahora genera 125.000 millones de dólares de ingresos y cuenta con más de un millón de trabajadores, de ellos 400.000 arquitectos, la mayor parte europeos. Sin embargo, en Europa la actividad sólo representa un dos por ciento de estos ingresos». Mientras no cambien las cosas por esta latitud, hay que «ir donde está la acción», dijo Foster.