He tenido un terrible sueño. Centenares de metros de tubería empezaban a cubrir las paredes de mi casa atravesando paredes y suelos, incluso salían a la calle deslizándose por la fachada. Y lo peor de todo es que cada tubería terminaba en un aplique de pared con dos lamparitas. Tremendo, ¿no? Bueno, pues esto es más o menos lo que han llevado a cabo los arquitectos de Triptyque, una firma franco-brasileña en una casa abandonada en São Paulo.
La instalación pretende recrear con las lamparitas y las tuberías el mismo crecimiento que tendría una planta trepadora expandiéndose en un medio natural.