Aquí os dejo una presentación de viñetas que me ha llegado por email de la visión del conocido Forges sobre la crisis actual en la que vivimos. Espero que os guste tanto como a nosotros.
Más imágenes…
Aquí os dejo una presentación de viñetas que me ha llegado por email de la visión del conocido Forges sobre la crisis actual en la que vivimos. Espero que os guste tanto como a nosotros.
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Este es un blog de arquitectura pero de vez en cuando me gusta traer muestras de publicidad que me parecen especialmente creativas, originales o llamativas. Para llegar al público cualquier soporte puede ser adecuado siempre que consigamos captar la atención de nuestro target y un ejemplo claro de esto que menciono es la entrada que hoy nos ocupa. A continuación vamos a ver unos cuantos ejemplos increíbles de publicidad que hacen uso del mobiliario urbano, en concreto los bancos de calles y parques, para conseguir el efecto deseado.
En primer lugar uno que me ha gustado mucho y es obra del Zoológico de Calgary. Un enorme coche de bebé, de espaldas al camino por el que circulan los viandantes y al lado de un banco, para que la curiosidad les obligue a acercarse a mirar lo que hay dentro.. tan solo un texto que dice “El bebé jirafa está aquí. Calgary Zoo.”
Muchos mas ejemplos después del salto de rigor..
En el segundo ejemplo, el departamento de aguas de Denver utiliza un brillante símil entre el uso del banco y el del agua para recordar a sus ciudadanos que el agua es un recurso limitado. “Usa solo lo que necesites”
Ya no existe, puesto que fue desmantelado a finales de los años treinta, lo que es una pena porque tiene su atractivo. Soñemos que paseamos por Cleveland, Ohio, a finales de los años veinte del siglo pasado y, tras un sobrio edificio de ladrillos oscuros, vemos aparecer esta estructura metálica…
No se trata de un artilugio espacial ni nada parecido, tampoco es una instalación industrial, se trata de un hospital de metal. Ideada para que los pacientes recibieran tratamientos hiperbáricos, esto es, bajo una atmósfera con presión superior a la habitual, la esfera de acero de 20 metros de diámetro del Sanatorio Cunningham constaba de una estructura de láminas metálicas de 19 milímetros de espesor y 349 pequeñas ventanas con cristales de 29 milímetros de grosor, todo pensado para resistir sin problemas los aumentos de presión en el interior. Con cinco pisos y un total de 36 habitaciones, más áreas comunes, se convirtió en todo un edificio experimental en el que se probaron diversos tipos de terapia hiperbárica aplicados a gran número de patologías, como la diabetes, con resultados polémicos. Añádase a la esfera los conjuntos de control de aire comprimido y tendremos lo que se ve en la imagen, una arquitectura que roza la estética steampunk.