Una empresa malagueña proyecta la creación de viviendas sostenibles a bajo coste, con certificación energética A y construidas sobre una estructura de acero ligero, inspiradas en las que ya hace Ikea en Suecia o Inglaterra y que permiten un ahorro de mil euros anuales en la factura de la luz.
Con un precio de 1.150 euros el metro cuadrado, Econocasa hace distintos modelos que oscilan entre los sesenta metros construidos con una habitación y un baño por 69.000 euros y las de 119 metros cuadrados con tres habitaciones y dos baños por 136.850 euros.
Según ha explicado el director de la firma, Roberto Amores, a estas cantidades habría que sumar 4.500 euros por el proyecto y la dirección de obra y 6.000 más si se construyera fuera de la provincia de Málaga para cubrir los gastos de mantenimiento de los trabajadores.
La única condición para hacerse con una de estas viviendas es poseer un terreno urbanizable, ya que como ha relatado Amores «Econocasa no es una promotora, por lo que carece de espacios para edificar».
El periodo de edificación que asegura la empresa a sus clientes es de seis meses, bajo una pena de cien euros diarios por cada jornada que se retrase la entrega durante el primer mes y 3.000 euros más por cada mes adicional.
Inspiradas en el fenómeno «bajo coste» que revolucionó el mercado de las aerolíneas, Amores ha asegurado que sus casas son un treinta por ciento más baratas que otras de similares características, «teniendo en cuenta que todas tienen una certificación energética A«.
Amores ha defendido que la eficiencia en las casas de Econocasa está presente desde la fabricación de sus componentes, ya que, al ser industrializadas y repetitivas, los diseños están pensados en función de la eficiencia de los materiales.
Ha indicado que todos los espacios tienen iluminación natural, ya que en los interiores instalan claraboyas y todas las lámparas incluidas son de bajo consumo.
«El aislamiento es una de las mayores ventajas de Econocasa», según su promotor, porque se utiliza una estructura hueca y toda la cámara interior está llena de aislante: para el exterior del cerramiento utilizan SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) y están diseñadas de forma que no hay puentes térmicos.
Amores ha afirmado que el ahorro de agua es una de sus prioridades y ha destacado que estas viviendas se hacen con una «construcción seca» por lo que se gasta un 75 por ciento menos de agua durante todo el proceso de edificación.
En este sentido, ha explicado que todos los sanitarios que se incluyen están dotados de un sistema de ahorro de descarga, además de una aplicación que recoge el agua de lluvia para ser utilizada para el riego de jardines o huertas.
La firma, ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) en Málaga, pretende construir una casa piloto en las inmediaciones de la tecnópolis en la que los clientes interesados podrán vivir unos días para «comprobar en primera persona las calidades y los beneficios de estas viviendas».
Con una capacidad para construir 24 casas al año, Amores no descarta llegar a un acuerdo con alguna promotora para lanzarse a la construcción de pisos, por lo que no duda ponerse en contacto con Ikea.
Vía: El economista