Hace unos días leí en un periódico que las inmobiliarias acusan a la banca de “boicotear” sus ventas. Creo que resume perfectamente lo que esta pasando en el sector. La gran mayoría de las inmobiliarias se quejan de que no venden porque los compradores no consiguen obtener la financiación para la compra de una casa.
Por un lado las inmobiliarias y promotoras culpan al los bancos de no ofrecer financiación y parar las ventas.
Por otro lado los bancos se hacen un poco los locos y dicen que no es culpa de ellos.
Análisis de la situación:
Pienso que ahora mismo los bancos están sufriendo los efectos de la crisis financiera mundial. Esto les obliga a apretarse el cinturón y endurecer las condiciones de la concesión de préstamos.
Además, los bancos están muy pero que muy nerviosos de que se dispare el índice de morosidad y que el precio de la vivienda siga bajando. Hasta que estos dos factores no se aclaren un poco, el banco tiene miedo de que la gente deje de pagar su hipoteca y luego se queden con una vivienda que vale menos que lo que tienen hipotecado. Sería la ruina para los bancos.
Esto afecta a las inmobiliarias y promotoras que ven que clientes que podían comprar hace un año ahora mismo se les deniega la hipoteca. Evidentemente, esto no es culpa de ellos y poco pueden hacer al respecto salvo quejarse y patalear.
Sin embargo pienso que tras este hecho se esconden muchos más errores que han cometido las inmobiliarias y los promotores:
- Centrarse en despachar a los clientes en vez de atenderlos bien y tratar de fidelizarlos.
- Pensar que la época dorada iba a durar para siempre y no ser previsibles.
- No implantar estrategias de marketing.
Con respecto a esto, creo que las únicas empresas que sobrevivirán a partir de ahora son las empresas que han hecho bien los deberes y han sabido adaptarse a la nueva situación.