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La humedad en las viviendas es un problema que puede afectar a su salud, además de a su casa y a los bienes que en ella se encuentran. Existen varias formas en que la humedad puede afectar a las paredes de su casa, garaje o sótano: moho, hongos, desprendimiento de los revestimientos y pinturas, ambiente húmedo, condensación, etc. Es por ello que la solución depende siempre de un diagnóstico acertado para la aplicación de la técnica adecuada.
Vaho en los cristales de espejos y ventanas:
Síntoma de exceso de humedad en el ambiente, probablemente debido a algún punto húmedo en alguna pared o techo.
Moho en las esquinas de paredes y techos:
El moho es un hongo que suele crecer en las zonas húmedas de la casa. Sus esporas pueden producir infecciones respiratorias y alergias.
Yesos y pinturas desprendidas en paredes cubiertas por tierra en la parte exterior:
Las paredes y elementos estructurales de un edificio no suelen ser impermeables y la humedad se filtra a través de las juntas y el cemento.
Yesos, pinturas desprendidas y presencia de salitre en paredes interiores:
La humedad se extiende por las paredes y cimientos de la casa llegando a cualquier parte. Puede dañar la estructura del edificio y es necesaria su impermeabilización.
Yesos y pinturas desprendidas en paredes exteriores:
Además del aspecto estético, los revestimientos desprendidos evidencian un problema de humedad que puede afectar al resto de la casa.
Tarde o temprano la humedad, eterna enemiga de los hogares, asoma tras las camas, en el techo o el baño.
Los muros se resquebrajan la pintura de decolora y la casa adquiere una sensación de oscuridad y abandono, el control de la humedad en la casa es una tarea complicada porque aparece poco a poco, es conveniente arreglar la parte afectada de la pared.
Las consecuencias de la humedad son más graves porque producen hongos y microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud sobre todo para las personas que padecen alergias.
Prevenir la humedades, mejor que curar.
La humedad a la larga deteriora las vigas, destruye los paneles de yeso, deforma las puertas de madera y oxida los gabinetes y los marcos metálicos.
Las causas de su aparición son varias aunque las más comunes son las filtraciones, también puede aparecer en ambientes cerrados en donde hay gran condensación de agua como el baño, la cocina y derivan en hongos que pueden llegar hasta las cortinas de baño, lo muebles de madera y los armarios.
Probar su tratamiento sin conocer su origen supone un gasto de tiempo y dinero en vano, ya que volverán a salir. Una de las razones más habituales por las que aparecen la humedad y los hongos es la concentración de agua.
Se puede evitar su expansión con una buena ventilación, abrir ventanas al menos durante media hora cada día para evitar condensaciones y retenciones de humedad en las distintas habitaciones.
Algunos materiales de construcción resultan más sensibles al aumento de la humedad en el ambiente como las maderas que se hinchan, incluso producir grietas y fisuras en tabiques y muros.
Tipos de humedades:
Humedad por capilaridad: aparece en paredes en contacto directo con el terreno, como plantas bajas y sótanos, el agua asciende por capilaridad a los materiales porosos de la construcción, sube por hormigones, morteros, maderas, materiales cerámicos. Hay manchas horizontales y su origen se encuentra en una mala impermeabilización de los bajos de los muros, falla de la capa aisladora horizontal.
Humedades por filtraciones: en roturas de conducciones de agua, tuberías empotradas en paredes o forjados. Son humedades constantes, su propagación puede ser desigual, por lo que resulta difícil y engorroso encontrar su origen.
Humedades en los ambientes: dependen de la situación ambiental de la casa. No es lo mismo una casa en la playa, con una humedad constante y agresiva sobre los materiales que una obra situada en una zona seca y de temperaturas más o menos constantes.
Consejos sobre la humedad:
Airear los ambientes para que haya una corriente constante de aire.
Colocar puertas con una doble entrada de aire para facilitar la circulación o instalar un deshumidificador eléctrico o absorbente de humedad.
Aplicar aislamiento térmico a las paredes interiores, también un antihongos. Se ha de tener un nivel adecuado de humedad en la casa, entre un 45% y un 65%.