Pisos, chollos y gangas

Cuando nos toca pasar por horas bajas o vivir malos tiempos, muchos son los que intentan extraer reflexiones y conclusiones en diferentes sentidos, según las expectativas, objetivos y creencias defendidas por cada cual. El argumento que más se prodiga entre comunicadores, predicadores, gurús de la autoayuda, tertulianos y analistas varios es ese que viene a decirnos que toda crisis encierra una oportunidad, que del infortunio vuelve a surgir la felicidad o esa otra manida cita literaria oriental que nos hablaba de alguien que no debía llorar por perder el sol porque sus lágrimas le impedirían ver las estrellas.

No deseamos cercenar la esperanza de nadie, ni despojar de argumentos a quienes tratan de buscar puntos de partida para la recuperación del sector inmobiliario en nuestro país, aunque tal vez habría que objetar que la frase que mejor encaja en nuestra particular idiosincrasia no es esa de la crisis y de la oportunidad, sino más bien ese viejo refrán que, desde el acervo más popular, viene a enseñarnos aquello de “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Tal y como esperábamos desde hace meses, esto es lo que ya está comenzando a ocurrir en nuestro maltrecho mercado inmobiliario.

Más info.

¿Qué piso puede pagar un «mileurista»?

Pues una hipoteca de 147.942 euros para comprar un piso de 44 metros cuadrados. Esta es la realidad a la que se enfrenta actualmente una pareja de mileuristas que busca piso de compra en Madrid y por el cual deberá pagar 840 euros al mes durante 30 años.

Así lo evidencia el análisis realizado por el portal inmobiliario fotocasa.es para determinar a qué tipo de vivienda puede acceder un mileurista actualmente en España.

Esta cifra se obtiene considerando el valor de la hipoteca, la cuota mensual y el precio de la vivienda en la Comunidad de Madrid que durante el mes de septiembre alcanzó los 3.464 euros por metro cuadrado, según datos del Índice Inmobiliario fotocasa.es

Para obtener la superficie máxima a la que puede optar una pareja de mileuristas en Madrid, el análisis considera como cifra de referencia el valor del precio medio de la vivienda durante el mes de septiembre.

Este dato se desprende del Índice Inmobiliario fotocasa.es, que sitúa esta cifra en 3.464 euros por metro cuadrado para la Comunidad de Madrid y en 4.051 euros por metro cuadrado para Madrid Capital.

Así, una pareja de mileuristas que busca piso de compra en la Comunidad de Madrid puede optar como máximo a una vivienda de 44 metros cuadrados a pagar en 30 años con una mensualidad de 840 euros. Mientras que una pareja de las mismas características que opta por Madrid capital, ve reducido su margen de búsqueda a 37 metros cuadrados.

En el caso de una persona que busca piso de compra de forma individual, el análisis considera que la superficie máxima a la que puede optar en la Comunidad de Madrid es de 25 metros cuadrados, mientras que en Madrid Capital esta cifra se reduce a 21 metros cuadrados.

Más info.

Makoondi – Un sitio para encontrar y gestionar pisos compartidos

makoondi

Makoondi es una aplicación, disponible en español e inglés, que nos permite alquilar habitaciones de nuestro piso, buscar cuartos disponibles y controlar los gastos realizados por compañeros de pisos compartidos.

Ofrecen herramientas tan básicas como llevar las cuentas del piso, hacer la lista de la compra y definir las tareas de cada uno, así como organizar fiestas o viajes con los amigos.

Sin duda una buena idea que puede crecer exponencialmente.

Via loogic.

Cómo encontrar vivienda barata. (Parte 3)

Tercer y último artículo sobre los diferentes métodos para conseguir una vivienda barata.

10. Alquila

Si los precios de venta te parecen abusivos puedes independizarte alquilando durante un tiempo. El gasto de alquiler de un año puede compensarse con encontrar un piso a mejor precio un tiempo después, por descensos en los precios o nuevas ayudas a la adquisición. Además, hoy por hoy la subida de precios ha sido tan espectacular que ya no es cierto que se puede comprar por el precio de un alquiler, sobre todo si tenemos en cuenta que a la cantidad mensual que se paga por alquilar en muchos casos es posible “restarle” otras cantidades, mientras que a la cuota de la hipoteca normalmente siempre hay que “sumarle” otros conceptos. Al final, lo que pagas al año no es lo mismo en un caso o en otro, es mayor en la compra.

Nos explicamos: si alquilas, es posible que consigas una ayuda de las que ha propuesto el Ministerio de la Vivienda, o en muchos casos podrás optar a la desgravación fiscal por alquiler de tu comunidad, que en Madrid por ejemplo es del 20%, recuerda que para acceder a ella debes hacer un contrato en regla. Sin embargo, a un piso en propiedad hay que sumarle gastos como el IBI, últimamente en alza en muchas capitales, el seguro hogar -recomendable- y los gastos de la comunidad de vecinos que no suelen pagarse en el caso del alquiler. Además, la comunidad de vecinos suele requerir de vez en cuando “derramas”, esto es, un dinero extra para arreglos puntuales en la finca, modernizaciones, etc. Total, un “piquito” al año. La desgravación fiscal por la hipoteca además tiende a ser más baja que por el alquiler.

11. Construye tu mismo

También puedes construirte tu propia casa unifamiliar. Aunque los suelos en las capitales están a unos precios muy elevados, hay algunos pueblos cercanos en los que puedes encontrar solares a un precio asequible y ten en cuenta que si construyes tu mismo, puedes conseguir un precio final mucho más bajo por el metro cuadrado construido. En contraposición, tendrás que implicarte mucho más en la consecución de tu vivienda, pero luego podrás sentirte orgulloso de haberla construido totalmente a tu gusto. Visita la gerencia de urbanismo del ayuntamiento en que elijas vivir para que te informen de todo lo necesario para empezar tu proyecto, pregunta a arquitectos para conocer los costes de la obra.

12. Si por fin decides comprar, atento a las cuotas de tu préstamo

Hay diferencias muy significativas en cuanto a las condiciones de los prestamos hipotecarios que ofrecen las distintas entidades bancarias. Antes de elegir tu hipoteca, comprueba en distintos bancos la política de comisiones, tipos que te aplican, condiciones legales, etc. Pon especial cuidado en las ofertas «chollo» o en las denominadas «hipotecas flexibles», puesto que con ellas, suele resultar que a la larga pagarás mucho más. Tampoco confíes en que ninguna entidad bancaria, por grande y conocida que sea, se preocupe por tu integridad económica, porque no lo hacen. Lo mejor es que te hagas unos números con cada oferta y conozcas de primera mano lo que vas a pagar en concepto de intereses a tu entidad bancaria.

Suele ser un error habitual pensar sólo en lo que pagarás al mes ahora. Ten en cuenta que la mayoría de hipotecas actuales en nuestro país, son de tipo variable y si los tipos de interés suben. Si no lo ves claro, puedes contratar un seguro hipotecario que aunque encarece la cuota, te hace estar más tranquilo ante hipotéticas situaciones de paro o enfermedad que te pudieran surgir. Tampoco confíes en que si te va mal, puedes vender el piso y satisfacer tu deuda con el banco. En países como Japón ha pasado que al bajar los precios de la vivienda durante varios años consecutivos, la gente que no podía pagar su letra, entregaba la vivienda al banco y seguía teniendo una buena parte de la deuda por satisfacer. Son cosas muy distintas el valor de tu vivienda y la deuda que tienes con la entidad bancaria que escojas, que ha de ser la que tu desees y te ofrezca mejores condiciones, es tu derecho elegirla.

13. Si decides comprar sobre plano para ahorrar, se muy cauto

En ocasiones, se pueden encontrar viviendas a precios más asequibles en cooperativas de vivienda y en promociones privadas de viviendas con algún tipo de protección oficial, pero ten cuidado que no es oro todo lo que reluce. Son ya demasiados casos de estafas en la que personas sin escrúpulos han desaparecido con el dinero depositado por los compradores, quiebras, disoluciones de sociedades, etc. que después de la espera de unos años, dejan a los compradores sin vivienda, a veces sin dinero, y en una situación de indefensión absoluta porque en estos asuntos, las administraciones suelen huir de la intervención y la Justicia suele ser especialmente lenta. Por ejemplo en el caso Promocisa que afectó a 3.000 familias de la Comunidad de Madrid, la instrucción judicial ha durado 27 años.

Y que no se construyan las viviendas o que desaparezca tu dinero no son los únicos riesgos, de hecho, son los más improbables de cuantos hay. Retrasos en las entregas, sobreprecios, imposición de cambios en las calidades, reducción de metros útiles, etc. son moneda de cambio habitual cuando se compra sobre plano. No pienses que este tipo de problemas nunca te afectarán a ti porque son más frecuentes de lo que parece. En Madrid por ejemplo, se calcula que sólo en los desarrollos del Sureste hay cerca de 125.000 afectados por esperas que van a llegar en algunos casos hasta 15 años. En Vallecas, Carabanchel, Parla y otros desarrollos urbanísticos de toda la Comunidad de Madrid, por desgracia, conocen bien este tipo de prácticas.

Si decides comprar sobre plano, asegúrate de que la empresa promotora o la cooperativa, así como la constructora que materializará las viviendas, tengan solvencia y reconocido prestigio. Es importante que compruebes también en el Ayuntamiento y en el Registro de la Propiedad, si se ha aprobado el plan de urbanización de la zona, el estado de la junta de compensación, si disponen de suelo adjudicado sobre el que construir las viviendas y que además, poseen la titularidad del mismo. Comprueba además de que los promotores tienen un aval o seguro que te garantice la devolución de lo pagado si, por cualquier razón, el proyecto no llega a buen puerto. Y ante todo, exige que en tu contrato aparezcan cláramente la fecha de entrega, características/calidades que llevará tu vivienda y el precio definitivo. Si no lo ves claro, siempre puedes recurrir a realizar una consulta informativa a un abogado o gestoría especializada que sea imparcial y no guarde relación alguna con los promotores de la obra. Esto no te costará mucho y puedes evitar muchos quebraderos de cabeza.

14. Entérate de todas las ayudas disponibles

Actualmente tanto el Gobierno Central, como las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen planes de vivienda en marcha con suculentas ayudas de las que puedes ser beneficiario. Entérate bien de todas ellas en sus oficinas de información.

Vender una vivienda que avala la compra de otra.

Durante la última década se ha vivido un boom en la compraventa de viviendas. La hipoteca ha sido, en la mayoría de los casos, el instrumento utilizado a la hora de financiar la adquisición de un inmueble y, en muchas de estas situaciones, los compradores necesitaban un respaldo económico que garantizara el pago de todas y cada una de las cuotas del crédito hipotecario. La figura del avalista cobró una gran importancia y se convirtió en casi imprescindible para jóvenes, trabajadores con nóminas reducidas, solicitantes de hipotecas por un valor superior al 80% de la tasación del piso o personas sin trabajo fijo. Muchos de quienes, en su momento, firmaron como avalistas de sus familiares o amigos se preguntan ahora si pueden poner a la venta sus inmuebles o si, por el contrario, su condición de garantes de un crédito del que no son titulares les impide disponer libremente de su patrimonio. La elección entre aportar garantías personales o reales para respaldar una hipoteca puede ser la clave para poder poner a la venta un inmueble.

Garantía personal

Con frecuencia se suele confundir la figura del avalista con la del «hipotecante no deudor», por lo que es importante diferenciar ambos términos y conocer lo que cada uno de ellos implica antes de tomar la decisión de respaldar una hipoteca.

El avalista responde con todo su patrimonio presente y futuro de la deuda contraída por el titular de la hipoteca. Es decir, garantiza de manera personal que el prestatario va a hacer frente al pago de las cuotas, pero no lo hace con un bien concreto. Es frecuente escuchar conversaciones en las que se asegura que los padres han avalado a su hijo «con el piso», pero estas afirmaciones no son del todo correctas, pues le apoyan con todos sus bienes: su nómina, su cuenta corriente, su vivienda… En el caso de que el titular no pague las mensualidades, el banco puede dirigirse directamente contra el patrimonio del avalista.

Pero al no existir un bien concreto que haya servido como garantía de pago, el fiador puede vender libremente su patrimonio y disponer de él de la manera que considere más oportuna, pues seguirá respondiendo con los nuevos bienes. Así que si desea vender su casa puede hacerlo con total libertad, ya que no existe sobre ella ninguna carga concreta. Eso sí, el avalista ve reducida su capacidad de endeudamiento en el futuro de manera que, si necesita un crédito al consumo o una hipoteca no le será tan fácil conseguirlo salvo que responda con su patrimonio ante las posibles deudas de un tercero.

Más info.