Nuevamente os presentamos una casa para comentar, se trata de la casa Oberen, realizada en líneas rectas y acabado blanco que recuerda a la arquitectura mediterránea.
Al acercarse a la casa desde la carretera, se percibe una imagen de profundidad a través de capas, ya que su fachada principal es una suma y combinación de cubos blancos. Mirados de cerca, cada uno de ellos es reconocible como una estructura individual, pero a la distancia, se fusionan para formar un todo unificado.
Más fotos tras el salto…
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Al entrar en la casa desde el noreste, a través de un hall de acceso de doble altura, un ventanal de suelo a techo abre las vistas hacia el jardín. De esta forma nos encontramos frente a la terraza y la piscina, enmarcadas por las colinas que rodean el terreno.
En este hall de acceso (como en toda la casa), los visitantes son conscientes de un juego de espacios abiertos y cerrados que se extienden entre muros de hormigón y vidrio.
Este diseño satisface la necesidad de seguridad de sus ocupantes y por otro lado, genera espacios muy abiertos que conectan el interior con el paisaje natural del entorno.
Si es necesario, la casa puede ser dividida en unidades de diferentes tamaños, sin necesidad de construcciones anexas, entregando a sus usuarios la máxima flexibilidad posible. Esto permite contener estilos de vida y situaciones familiares diferentes.
Esta casa multi-generacional es una nueva interpretación sustentable del antiguo sueño de una casa que puede aumentar y reducir su tamaño a partir del mismo edificio.
Su orientación sur-oeste y sus grandes aperturas garantizan la máxima ganancia solar pasiva. Además se incorporaron paneles solares en el techo y una bomba de calor geotérmica que complementa el sistema enérgetico eficiente.
Vía: plataformaarquitectura