Una casa entre los árboles.
Se proyecta en un terreno regular de 20x80m, el terreno contaba con 52 árboles los cuales se respetaron totalmente y el proyecto se diseñó en base a la ubicación de dichos árboles.
En el terreno se localizaron 3 claros, que fue en donde se distribuyó la casa, en el claro que está más cerca a la carretera se ubicó el garaje, el cuarto de servicio y lavadero; en el segundo claro que es el más grande, se encuentran las salas de estar, recámaras, cocina y comedor y en el tercer claro se encuentra la alberca y una terraza cubierta, las cuales están próximas a un campo de golf.
El primer y tercer volumen, son ortogonales respecto al terreno y los espacios quedaron orientados norte-sur y cuentan con ventilación cruzada. Los volúmenes quedan unidos por un eje norte-sur que es una circulación hecha con maderas tropicales, que queda envuelta entre la zona arbolada del terreno.
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Los materiales utilizados en la elaboración del proyecto fueron hormigón prefabricado presente en muros y losas.
Los pisos interiores manejan el concreto tratándolo con la corteza del “Chucum” (un árbol propia de Mérida), es un proceso que usaron los mayas y al agua le da una consistencia que al combinarse con el concreto le impregna de un color singular y le proporciona además una característica de más elasticidad para que se eviten fisuras.
Vía: noticias.arq.com.mx